EN LA COMUNA DE LA PINTANA ¡LA EDUCACIÓN PÚBLICA NO SE VENDE, SE DEFIENDE!

La comunidad del LICEO PABLO DE ROKHA denuncia corrupción en Municipio.[1]  

“entreguémonos a la batalla social por la lucha futura, acorazados/ de empuje contra la naturaleza tremenda, en parición geológica,/ y a ahorcar a los ladrones públicos que edificaron escuelas de arena,/ rascacielos de estafas, puentes de durmientes podridos y túneles en desintegración, caminos con subsuelos de pantanos,/ a degollar a los que botaron como pingajos a las tristes familias/ pobres del inquilinaje” (Pablo de Rokha).

La agonía de la educación pública y lo peor de la privatización, se ejemplifica claramente en La Pintana, una de las comunas más empobrecidas de Santiago. Durante la última década, la matrícula municipal se ha reducido en un 51%, se han cerrado 2 escuelas municipales, mientras los establecimientos privados, como el del concejal Hunneus (RN), el de la familia Matte, o los del Opus Dei, ostentan matrículas que superan el millar de estudiantes.[2] Todo esto ha ocurrido bajo la misma gestión, la de Jaime Pávez (PPD), quien es alcalde desde 1992, quien también ha sido vinculado al sector particular subvencionado y al escandaloso cierre del Liceo Villa La Pintana el 2010.[3]

El liceo Pablo de Rokha es un establecimiento municipal, que tiene una matrícula total de 368 estudiantes, de estos 315 son considerados vulnerables. Es un “Liceo”, aunque  que no tiene educación media (no hay infraestructura para ello), posee un excelente clima educativo, no discrimina, incluso recibe a estudiantes expulsados de otras escuelas, cuenta con profesores comprometidos con los/as niños/as, un centro de apoderados organizado, y su Director, es querido por la comunidad y conocido en el territorio, ya que vive cerca de la escuela.[4] Los niños/as señalan sentirse felices, no quieren emigrar a otro Liceo al salir de 8° básico, argumentan, que en otros establecimientos hay mucha violencia, que en esta escuela los tratan bien.

Este tipo de escuelas, cercanas a su comunidad, donde los profesores, los apoderados, los estudiantes, los trabajadores y vecinos participan de una tarea común, educar en donde más necesidades hay, tarea que tiene mucho mayor complejidad que simplemente mejorar el SIMCE. Estas escuelas son las que más apoyo debiesen tener. Sin embargo, el municipio no ha entregado la totalidad de los recursos asignados al Liceo, por la ley de la subvención escolar preferencial (SEP)[5], y cuando se han entregado, se ha hecho de forma extremadamente burocrática, existiendo a la fecha más de 50 millones de pesos que no se han gastado en el Liceo. ¿Cómo ha ocurrido esto?  Desde el año 2010, José Verdugo, el Director ha solicitado al sostenedor (municipio); equipamiento, talleres, visitas pedagógicas, contratación de personal para apoyar la educación de los niños/as, sobre la base de los recursos mencionados (SEP), la respuesta ha sido negativa, o simplemente no se ha dado respuesta. Esto motivó una denuncia del director a la Contraloría General de la República, solicitando fiscalizar el uso que daba el municipio a los recursos asignados al Liceo Pablo de Rokha, el informe fechado el 29 de Noviembre del 2012,[6] señala que “a los recursos de la aludida subvención destinados al Liceo Pablo de Rokha, se verificó una diferencia de $58.893.762.- entre lo que consignan los registros contables de la municipalidad y aquellos de que dispone el establecimiento, desde que tal beneficio se comenzó a transferir.” Además agrega que “en la rendición de cuentas de los recursos de que se trata que esa municipalidad informó y en que consigna la firma del Director del Liceo Pablo de Rokha, en señal de conformidad, se cuentan algunos en que el funcionario aludido desconoce la rúbrica registrada como propia.” Es decir, no solo se desviaron recursos que no llegaron al establecimiento, además se falsificó la firma del director para hacerlo. En el informe, la contraloría ordena instruir un sumario administrativo para determinar las responsabilidades funcionarias en el municipio. A la fecha no hay noticias del sumario, ni de ninguna acción al respecto. 

Durante este año, se ha mantenido el abandono y se suman abusos. La gota que rebalsó el vaso fue el 25 de septiembre pasado, cuando por segunda vez se debió suspender una visita educativa a Valparaíso, cargada a los recursos de la ley SEP, y que se había planificado desde el año pasado. La razón, el municipio ni siquiera había contratado los buses para llevar a los niños/as, ilusionados/as con el paseo. Los apoderados y profesores declararon sentirse, “humillados y discriminados”. La comunidad no aguantó más, apoderados y estudiantes se tomaron el establecimiento en señal de protesta, para luego marchar hacia el Municipio y exigir explicaciones y soluciones.[7] No obtuvieron, ni lo uno, ni lo otro. El municipio no dio respuesta, por el contrario, el director fue amenazado de ser sumariado (ver declaración comunal colegio), y al no poder hacerlo fuera de todo protocolo,  adelantó el llamado a concurso para director del Liceo, a pesar de que aún le quedan dos años para terminar su período (ver notificación DAEM a director). ¿Por qué cambiar a un Director, querido y respetado por la comunidad?   

La comunidad educativa esta consternada. No quieren que les cambien su director, exigen que se repongan los recursos defraudados y se investigue para definir los responsables, como exige también la contraloría (ver informe), temen que lo que realmente este detrás de todo, sea cerrar el Liceo. ¿Quién gana con eso? ¿Estamos ante una estrategia mayor? Mientras todos/as se candidatean, prometiendo fortalecer educación pública, la reforma neoliberal de la educación avanza cerrando escuelas municipales. Proliferan las escuelas privadas, que educan para la competencia y que son un verdadero negocio,[8] mientras la educación pública, que construye y se construye en comunidad, es aniquilada, incluso por los mismos municipios, para que la olvidemos, para que no existan más alternativas a la empresa educativa.  

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