Crisis en la Escuela Pablo de Rokha: Algunas lecciones para el debate educativo actual

10 sep, 2014                                                                                        

Centro ALERTA

La situación del Liceo Municipal Pablo de Rokha de la Comuna de La Pintana, no es algo coyuntural. La denuncia fue hecha hace más de 1 año, por su director, la comunidad y distintas organizaciones sociales que dieron su respaldo y difundieron el problema de la escuela[1]. Incluso se pronunció al respecto la Contraloría General de la República, ordenando una investigación sumaria en el municipio, de la cual nada se sabe aún.^[2]Los problemas de infraestructura, la falta de recursos, la negligencia del municipio en la gestión de los recursos estatales, explican la situación de todo el sistema educativo municipal en la comuna, con la clara ventaja que esto significa para los privados que abren escuelas sin mayor dificultad.^[3] (ver gráfico nº1)¿Está el municipio involucrado en dificultar el desarrollo de sus escuelas y favorecer al sector privado?

Gráfico nº1

Elaboración Centro ALERTA en base a datos solicitados a MINEDUC

En el caso de la Comuna de La Pintana, la implicación en este “fenómeno” que puede tener la autoridad municipal, ya fue denunciada a la Contraloría el año 2011, el texto señala “(…) por una parte, la autoridad alcaldicia, don Jaime Pavez Moreno, es cónyuge de la sostenedora de dos planteles educacionales particulares subvencionados de la comuna de La Pintana -doña Sonia Zapata Díez- y la Concejal Patricia Pavez Moreno es pariente por afinidad en segundo grado de la misma; y, por la otra, el Concejal Luis HuneeusMadge es sostenedor de una unidad de enseñanza de igual naturaleza de esa comuna”.La Escuela Básica Particular Iberomaericano y la Escuela de Lenguaje Planeta de los Niños, ambos de la sostenedora Sonia Zapata, formalizaron su funcionamiento el año 1999 y 2002 respectivamente, en pleno inicio del declive de la matrícula municipal. Mientras el Liceo Jorge HuneeusZegers, de propiedad del concejal del mismo apellido, tiene la mayor matrícula en la comuna (más de 3.500 estudiantes). Hoy ambos establecimientos están junto a grupos empresariales y religiosos, entre los más grandes sostenedores educacionales de La Pintana (ver gráfico nº2).

Gráfico nº2

Elaboración Centro ALERTA en base a datos MINEDUC, Julio 2014

Estos grandes sostenedores concentran cerca del 40% de la matrícula en la comuna. Con intención o no, este sector (que incluye organizaciones con y sin fines de lucro, y con lucro “moderado”) se ha beneficiado directamente de la mala gestión que el municipio ha hecho en sus escuelas. El alcalde Pavez, ha negado tener vínculos con el negocio de la educación subvencionada, sin embargo, esteaño en una demandade divorcio, declaró que había invertido en los colegios de su ex esposa. Señaló explícitamente haber financiado el emprendimiento educacional en la comuna “(…) a fin de facilitar la gestión, administración y explotación de dicho establecimiento educacional, decidimos en forma conjunta formar una sociedad educacional (supongo),a su vez que en esta participaría Carlos Rodríguez Cornejo  (basta experiencia en administración de colegios) ya que ni yo ni mi ex conyugue teníamos experiencia en dicho rubro. (…) se constituyó una sociedad bajo la razón social de "escuela especial particular de trastornos de la comunicación ltda." (22-03-1996) formando parte Sonia Zapata (con un 50% del haber social al igual que Carlos con el otro 50%), su capital inicial fue de $6 millones, suma que aporté yo, ya que como reiteradamente se ha señalado, mi ex conyugue no tenía los medios económicos para ello”.[4] Todo esto en pleno ejerciciode su cargo como Alcalde. ¿Cómo esto puede ser legal? Es legal, como el lucro, como el sistema de holding que utilizan muchos sostenedores para evadir sus responsabilidades, como las enormes donaciones (con el respectivo descuento tributario) que reciben las escuelas ligadas al empresariado y a la iglesia, o como la inseguridad laboral que tienen los profesores en la mayoría de los establecimientos particulares, etc. ¿Cuántas irregularidades más permite el sistema de sostenedores?

Hoy, tras las reiteradas denuncias y la toma del establecimiento por parte de padres, profesores y estudiantes, parece haber acuerdo, y las autoridades quieren responder en conjunto al problema. El SEREMI, el Alcalde, el Departamento de Infraestructura Escolar del MINEDUC, el Jefe provincial de Educación, entre otras autoridades comunales y regionales, se comprometen ante representantes de la comunidad de Pablo de Rokha, del comunal del Colegio de Profesores, del Director del colegio y otras organizaciones sociales de la comuna, a la reconstrucción urgente del Liceo, implicando asignación directa de recursos para ello.[5]

¿Qué lecciones nos deja el caso del Liceo Pablo de Rokha? Su historia contiene muchos elementos que explican la crisis del sistema educativo en general. La solución que podría lograr la movilización de su comunidad, puede aportar a la verdadera reforma que necesita nuestro sistema educativo. Al menos por donde debemos empezar, financiamiento preferencial y directo a las escuelas del Estado para su reconstrucción.¿Pero quién va a administrar estos recursos?¿El alcalde de turno? ¿El Jefe de Educación Municipal?¿Un administrador provisional que la privatice? Actualmente, ni los sostenedores privados, ni municipales dan garantías de probidad, al menos en La Pintana.

En La Pintana, el Alcalde Pavez y el concejal Hunneus, participan en la educación privada y tienen un claro conflicto de intereses, que los debiese inhabilitar para tomar decisiones sobre la educación pública. Esto debe seguir investigándose. Lo mismo ocurre en todo el país con políticos, empresarios (familia Matte por ejemplo) y la iglesia católica, que constantemente están bloqueando el fortalecimiento de la educación pública y haciendo lobby para instalar reformas que favorecen la educación particular. Hemos naturalizado el control de estos grupos sobre la educación.

En el caso del liceo Pablo de Rokha, fue la comunidad quien puso esta situación en el tapete, pese a las reiteradas denuncias, ninguna autoridad ha sido capaz de pronunciarse en años, tal como ha ocurrido con el movimiento social por la educación. A partir de la movilización, la comunidad resulta un actor que puede fiscalizar y definir en qué gastar estos recursos, ya lo han demostrado por años autogestionando recursos y arreglando distintos espacios de la escuela (comedor, baños y salas). La comunidad es la única que da garantías, en el Liceo Pablo de Rokha y en todas las escuelas en Chile. Hacia allá hay que caminar, eliminando el sistema de sostenedores (ni un peso más a los privados), avanzando en laparticipación de las comunidades educativas, democratizando la toma de decisiones y ejerciendo el control comunitario en las escuelas del Estado, parece ser la mejor fórmula para reconstruir la educación pública que Chile necesita.