Este Martes 1º de Junio, l@s trabajador@s del Ministerio de Educación iniciamos una paralización de actividades que se extenderá hasta el Miércoles 2. Serán 48 horas de denuncia, dignidad y defensa de los derechos vulnerados por la ola de despidos que ha azotado al Mineduc, dejando a la fecha ya más de 400 afectados (el Lunes eran 200).
De acuerdo a la información disponible, el ministro Lavin tiene asignada cuotas de despidos. Así, por ejemplo, un 20% del personal será desvinculado en la Quinta Región; entre las regiones de Arica- Parinacota y Coquimbo los marginados serán 300 y así suma y sigue en todas las dependencias del nivel central, regional y provincial.
La única forma de detener esta razzia es participar en forma activa y comprometida en el Paro Nacional convocado, pues de no mediar una actitud unitaria, firme, valiente y decidida de parte nuestra, este insólito atropello se consumará y aún se agudizará.
Nuestro compromiso concreto es fundamental e indispensable. Pero además del Paro se efectuarán otras actividades: presentaciones y denuncias en organismos internacionales (OIT, OCDE entre otras) e instituciones nacionales (Corporación de Asistencia Judicial, Corte de Apelaciones, Contraloría General de la República, Justicia Ordinaria).
También se contará con el apoyo de otras organizaciones sociales del Sector Público y Educación; de parlamentarios cuyas bancadas han sido alertadas y comprometidas (lo que debe ser concretado en forma local, según guía anexa enviada a dirigentes).
El masivo despido en marcha precede a lo que ocurrirá a fin de año con el proceso de evaluación, que permitiría la exoneración de más funcionarios, incluido personal de planta, pues la razón de lo que está ocurriendo, según el ministro, es la supuesta “mala” evaluación de “programas”, unidades y funcionarios, sin que hasta ahora haya explicado cómo se evaluó, en base a qué criterios, quiénes y cuándo tomó lugar.
Nuestra respuesta debe ser única y unívoca. Nuestra acción libre y proactiva de dignidad. No podemos estar esperando que el arbitrio y abuso nos afecte cuando sea ya demasiado tarde para evitarlo.
La política del avestruz no es propia de ANDIME ni de la autoestima que profesan los trabajador@s del Mineduc y, al margen de cualquier otra consideración relativa a opinión política, religiosa o de cualquier índole, actuaremos como una sola persona en forma justa y digna en defensa de los valores, principios y prácticas compartidos.
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